Atuneros apuntan a Estados Unidos para aumentar exportaciones

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El sector atunero espera implementar en mayo el software de trazabilidad, una exigencia para que a Ecuador le levanten la sanción conocida como ‘tarjeta amarilla’.

Crecer como proveedores en el mercado estadounidense y lograr el levantamiento de la tarjeta amarilla son los principales objetivos del sector atunero en 2023.

Esto dada la caída que evidencian sus exportaciones en enero y febrero de 2023, especialmente a Europa.

Por volumen, la exportación de pescados y lomos de atún cayó 17% y en valor la baja fue del 9%, según cifras del Banco Central. Mientras tanto, las conservas de pescado cayeron 22% en volumen y 26% en valor durante el mismo período.

La caída responde a la inestabilidad que atraviesa el sector desde 2022, y que comenzó con la invasión de Rusia a Ucrania lo que, unido a los efectos de la pandemia de Covid, desató una ola de inflación mundial. Por la inflación los consumidores eligen alimentos más baratos, por ejemplo, pollo en vez de atún, explica Mónica Maldonado, presidenta de la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (Ceipa).

Otra razón es que los volúmenes de compra desde la Unión Europa, el principal mercado para el atún ecuatoriano, están disminuyendo, mientras que el bloque incrementa sus importaciones desde países asiáticos, en su mayoría de China.

Maldonado explica que la Unión Europa puede comprar atún a través de contingentes arancelarios, lo que le permite importar hasta 32.000 toneladas al año desde países como China, sin aranceles. “España está comprando lomos precocidos de China, que luego enlata en sus fábricas de Galicia”, comenta Maldonado.

A pesar de que Ecuador tiene un acuerdo comercial con la Unión Europea, que le permite ingresar atún a ese mercado con cero aranceles, los productos asiáticos son más baratos. “No somos competitivos en precio”, admite Maldonado.

¿Cuál es la estrategia?

La principal estrategia de recuperación del sector es incrementar las exportaciones hacia Estados Unidos. Este mercado compra el 13% de las exportaciones de atún de Ecuador en términos de valor. Para ello, la industria espera la posible inclusión de Ecuador en la norma que ofrece preferencias arancelarias a los países del Caribe.

Los senadores estadounidenses Bob Menéndez y Jim Rish presentaron un proyecto de ley, en marzo de 2023, para incluir a Ecuador en ese sistema de preferencias. Y los lomos de atún son parte del grupo de productos que tendrían preferencias arancelarias bajo la Ley de Recuperación Económica de la Cuenca del Caribe. No así las conservas de atún.

El interés del gremio atunero es que, además de la inclusión de Ecuador, se puedan sumar las conservas de atún, que pagan entre 12,5% y 35% de arancel para entrar a Estados Unidos. En 2022, las exportaciones de conservas de atún a Estados Unidos sumaron USD 156 millones.

Junto a los lomos de atún y a otras presentaciones, el valor de las exportaciones ecuatorianas del producto a Estados Unidos llega a USD 163,6 millones.

Canadá es otro mercado de interés para la industria atunera. Ecuador paga un arancel de 4,5% sobre el precio de las conservas de atún para entrar al mercado canadiense.

“Estamos muy interesados en que inicien las negociaciones para lograr un acuerdo comercial con ese país. En julio, habrá una visita del Gobierno a Canadá a la que asistiremos”, adelanta Maldonado.

La expectativa del Gobierno es iniciar las negociaciones con Canadá en el primer semestre de 2023.

Tarjeta amarilla

La segunda estrategia de la industria atunera para fortalecer su competitividad es lograr el levantamiento de la tarjeta amarilla por parte de la Unión Europea.

Para alcanzar ese objetivo, el sector dice que implementará para mayo el Sistema Integrado de Acuacultura y Pesca, que digitaliza y automatiza la trazabilidad del atún y las conservas, en cada una de sus etapas de producción. “Estamos en la capacitación del uso del software.

La condición más importante para que se levante la tarjeta es que el sistema esté implementado”, dice Maldonado. La última auditoría de la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea, que definirá si Ecuador sale de la tarjeta amarilla, está prevista para septiembre.

Sin embargo, Maldonado dice que el interés del Gobierno es que la visita se adelante unos dos meses para que el levantamiento de la tarjeta amarilla se concrete lo más pronto posible.

Fuente: PRIMICIAS 

Guardado en:  exportaciones | SECTOR ATUNERO
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