En 2023, la flota mundial de contenedores observó la incorporación de 350 buques con una capacidad total de 2,3 millones de TEUs. El tamaño promedio de estos nuevos buques fue de 6.571 TEUs, un ligero aumento en comparación con años anteriores, pero no un salto dramático. La tendencia general en 2023 fue hacia buques ligeramente más grandes, pero todavía dentro del rango de lo que había sido típico durante varios años. Hacia el 2024 y el ritmo de entregas de buques comenzó a acelerarse: “Se programó la incorporación de 478 nuevos buques con una capacidad total de 3,1 millones de TEUs”, precisa el analista de la industria marítima, portuaria y logística Jon Monroe, en el reporte Post COVID Supply Chain Update, al que accedió MundoMaritimo.
Según constata en su análisis, en 2024, curiosamente, el tamaño medio de estos buques disminuyó ligeramente hasta los 6.485 TEUs, lo que se debe en parte al hecho de que muchas de las nuevas entregas son probablemente buques más pequeños destinados a rutas regionales o rutas marítimas específicas, en lugar de los portacontenedores ultragrandes (ULCS) que dominan las rutas de alta capacidad y larga distancia.
Sin embargo, Monroe espera que el cambio más significativo se produzca en los próximos años, puesto que para 2025 y 2026, hay un total de 488 buques ordenados, lo que supone una asombrosa capacidad adicional de 6,7 millones de TEUs. Además, destaca el drástico aumento del tamaño medio de los buques que se entregarán en los próximos años que casi duplica el de los buques de hace tan solo unos años, con aproximadamente 13.732 TEUs por buque. “Esto representa un gran salto adelante en la capacidad del transporte marítimo y el impulso continuo de la industria hacia las economías de escala, ya que los operadores buscan reducir los costos de envío por contenedor mediante el despliegue de buques cada vez más grandes”, sostiene.
Mercado a favor de los propietarios de carga
Lo que hace que este momento sea “especialmente intrigante” para Monroe, es el contexto de una posible desaceleración del mercado en medio de una creciente capacidad de los buques, puesto que, si bien el comercio mundial de contenedores experimentó un crecimiento explosivo durante la pandemia de Covid-19 y la recuperación posterior, hay señales de que el crecimiento puede estar desacelerándose a medida que se avanza hacia 2025. De hecho, la economía mundial enfrenta numerosos desafíos, incluida la inflación, los incrementos de las tasas de interés y las incertidumbres geopolíticas, todo lo cual podría frenar la demanda de los consumidores y alterar las cadenas de suministro.
Así, a medida que la capacidad de la flota portacontenedores aumenta drásticamente con la incorporación de estos nuevos y enormes buques, la oferta de espacios puede superar la demanda, lo que podría generar un exceso de oferta y una presión a la baja sobre las tarifas de flete. “Este escenario podría convertir a 2025 en un «mercado favorable a los propietarios de carga», lo que podría granjearles más influencia en las negociaciones, con las líneas navieras luchando por llenar sus buques cada vez de mayor tamaño.
- UU. vs. China
Otro factor clave a considerar en 2025, según Monroe, es la posible resolución de las tensiones geopolíticas en curso, como las disputas comerciales entre Estados Unidos y China y cuestiones más amplias relacionadas con la seguridad de la cadena de suministro y las políticas comerciales globales.
Si estas tensiones se alivian o se estabilizan, podría tener un impacto positivo en los flujos comerciales globales, lo que llevaría a un repunte de la demanda de transporte marítimo de contenedores. Sin embargo, el momento y el impacto de dichas resoluciones son difíciles de predecir, y el panorama geopolítico sigue siendo un factor imponderable en el pronóstico para 2025.
“A medida que nos acercamos a 2025, es esencial que los propietarios de carga y los gerentes de logística se preparen para un mercado potencialmente inestable. Los nuevos contratos que se negociarán en los próximos meses probablemente reflejarán esta incertidumbre, ya que las líneas navieras se enfrentarán a un acto de equilibrio entre llenar sus nuevos buques ultra grandes y gestionar el potencial de una menor demanda”, proyecta.
En tanto para los BCOs, pronostica, el próximo año podría presentar oportunidades para asegurar mejores tarifas. Sin embargo, advierte, que “esto también significa que deben estar preparados para un entorno altamente competitivo, con tarifas fluctuantes y la posibilidad de interrupciones en el servicio o cambios en los términos contractuales”.
Proyección
En resumen, explica el analista, si bien el mercado mundial de transporte marítimo de contenedores puede experimentar una capacidad creciente y tarifas potencialmente más bajas en 2025, el mercado también está influenciado por muchos factores externos: desaceleraciones económicas, desarrollos geopolíticos y cambios en la demanda de los consumidores. Además, a medida que la industria enfrenta la incorporación de buques de mucho mayor tamaño, los propietarios de carga deben ser proactivos en la preparación para posibles cambios en el mercado.
“Con la posibilidad de un mercado favorable a los propietarios de carga por delante, es crucial comprender cómo navegar mejor en los contratos del nuevo año y asegurar las condiciones de embarque más favorables”, concluye Monroe
Fuente: Mundo Marítimo