Los últimos dos años han sido tumultuosos para la cadena logística contenerizada. La capacidad y disponibilidad de espacios ha sido puesta a prueba por la alta demanda, congestión portuaria, escasez de soporte terrestre (almacenaje y transporte), inestabilidad de las divisas y ahora el conflicto armado Rusia-Ucrania amenaza con una renovada oferta de complicaciones para el flujo de productos en el mundo.
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