
América Latina se posiciona como un centro estratégico para la diversificación de cadenas de suministro, aprovechando su ubicación, mercados dinámicos y creciente importancia económica. Este rol permite atraer inversiones y fortalecer la resiliencia regional ante escenarios de incertidumbre global y disrupciones logísticas.
La estrategia de diversificación impulsa a las empresas a ampliar operaciones mediante nearshoring, infraestructura de carga refrigerada, almacenamiento y distribución. Estas acciones no solo optimizan procesos, sino que también consolidan la región como un polo competitivo en comercio internacional y logística avanzada.
Este desarrollo refuerza la capacidad de América Latina para convertirse en un hub productivo con proyección global. La colaboración proactiva entre actores públicos y privados permitirá generar oportunidades sostenibles, fortalecer la conectividad y potenciar el crecimiento económico con impacto regional positivo.
Fuente: Mas Container