
China y Estados Unidos comenzaron a aplicar tarifas portuarias adicionales a buques de ambas naciones, intensificando su disputa comercial y trasladando el conflicto a las rutas marítimas internacionales.
Aunque la medida genera incertidumbre global, América Latina podría beneficiarse al atraer parte del tráfico marítimo desviado, fortaleciendo sus puertos y consolidándose como una alternativa estratégica en el comercio transoceánico.
El fortalecimiento logístico regional permitiría a los países latinoamericanos captar inversiones, mejorar su infraestructura portuaria y ampliar sus exportaciones, consolidando su posición como eje de conexión entre Asia y Occidente.
Fuente: Forbes