
El desempeño económico de Ecuador durante el primer semestre de 2025 refleja un escenario alentador. Las exportaciones no petroleras, lideradas por el sector agroindustrial y pesquero, alcanzaron niveles históricos y consolidaron la reputación del país como un proveedor confiable en los mercados internacionales.
La diversificación de productos como banano, cacao, flores, camarón y pescado impulsó la demanda externa, contribuyendo al crecimiento sostenido del país. Este dinamismo evidencia la capacidad de Ecuador para competir globalmente.
Este repunte exportador se traduce en un impacto positivo para el futuro de la economía ecuatoriana, pues abre nuevas oportunidades de inversión, fomenta la productividad y proyecta estabilidad. A pesar de los retos estructurales, el panorama apunta a un crecimiento sólido y sostenido para los próximos años.
Fuente: El Comercio
