
Tras el sismo de magnitud 8.7 en Rusia, autoridades ecuatorianas activaron protocolos preventivos ante la alerta de tsunami. En Galápagos, se suspendieron temporalmente actividades marítimas y el acceso a playas, con el fin de proteger a turistas, residentes y operadores portuarios de zonas vulnerables.
Las alcaldías de Esmeraldas, Manta y Machala reforzaron el monitoreo en sus costas y terminales marítimos. Se mantienen en coordinación con el Inocar y la Secretaría de Gestión de Riesgos para vigilar cualquier anomalía que pudiera afectar la infraestructura portuaria o las actividades en las riberas marítimas.
La comunidad fue exhortada a identificar rutas de evacuación, mantenerse alejada del mar y seguir canales oficiales. Aunque el impacto directo es incierto, el sistema portuario ecuatoriano refuerza su preparación ante fenómenos naturales que puedan comprometer la seguridad operativa y la cadena logística costera.
Fuente: Ecuavisa
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