Los primeros cien días del nuevo Gobierno de Donald Trump han provocado un reordenamiento en la política exterior de Estados Unidos hacia América Latina, impactando especialmente las exportaciones, la logística portuaria y los acuerdos comerciales en la región. Con aranceles recíprocos y nuevas medidas migratorias, la administración norteamericana ha redefinido sus prioridades, afectando la dinámica de intercambio con varios países del continente.
En este nuevo contexto, Ecuador ha sabido mantener una relación estable y positiva con Washington, gracias al fortalecimiento del diálogo bilateral y a la cooperación estratégica impulsada por el presidente Daniel Noboa. Las exportaciones ecuatorianas, especialmente las que salen desde puertos marítimos hacia EE.UU., han continuado fluyendo con normalidad.
El sector portuario nacional no ha sufrido interrupciones significativas y, por el contrario, ha fortalecido su reputación como un nodo logístico confiable. Productos clave como banano, camarón, flores y cacao mantienen su posicionamiento en el mercado estadounidense, mientras se consolidan oportunidades para ampliar la presencia de nuevos bienes.
Cinco grandes transformaciones impulsadas por la nueva administración Trump: la guerra comercial global, una política exterior más agresiva, la presión por frenar la influencia de China, la reorganización de cadenas industriales y una crisis de confianza hacia el multilateralismo han obligado a los países latinoamericanos a replantear sus estrategias de comercio exterior. En medio de este escenario, Ecuador destaca por su gestión diplomática y comercial efectiva, asegurando condiciones estables para su sector exportador y su infraestructura portuaria.
Fuente: Bloomber Linea
