
México se perfila como un actor clave en la exportación de gas natural licuado (GNL), con una proyección de 50 millones de toneladas anuales para 2030. Su ubicación estratégica y el acceso al shale gas de Texas le otorgan una ventaja competitiva en el mercado global, respaldada por proyectos como Energía Costa Azul y Altamira, según Forbes México.
El comercio de GNL ha crecido significativamente, con un aumento del 66% en la demanda europea entre 2021 y 2023. México tiene la oportunidad de competir con gigantes como Qatar y Australia, destacando su ventaja geográfica: su costa del Pacífico reduce en 10 días el tiempo de envío hacia Asia, uno de los principales consumidores de gas.
Sin embargo, el país enfrenta retos como la dependencia del gas estadounidense (70%), la falta de infraestructura y una inversión requerida superior a US$20.000 millones. Además, la incertidumbre regulatoria y la oposición ambiental podrían ralentizar su desarrollo.
En el ámbito geopolítico, el GNL podría fortalecer la posición de México en la renegociación del TMEC en 2026. Además, inversiones extranjeras, especialmente de Medio Oriente, podrían impulsar proyectos estratégicos como Coatzacoalcos II, consolidando su papel en el mercado energético.
Para Ecuador, el crecimiento de México como proveedor de GNL representa una oportunidad para diversificar su abastecimiento energético, asegurando precios más competitivos y estabilidad en el suministro para el sector industrial y de transporte.
Fuente: Mundo Marítimo