
Durante el 2024, las exportaciones pesqueras y camaroneras tuvieron resultados diferentes y enfrentan un 2025 con nuevos desafíos.
Como efecto del pasado fenómeno de El Niño, la pesca de atún en el océano Pacífico oriental alcanzó un millón de toneladas métricas (t) en el 2024, un récord frente a las capturas de años anteriores, que promediaron las 600.000 t anuales. Por su parte, la flota atunera ecuatoriana pasó de pescar entre 280.000 y 300.000 t anuales a 450.000 t en el 2024. Como esta abundancia coincidió con precios saludables de la tonelada métrica de atún, el total de exportaciones ecuatorianas de atún, otros pescados y procesados de pescado bordearía los $ 2.050 millones durante el 2024, 21 % más que en el 2023. Difícil imaginarlo mejor.
El 2025, en cambio, se inicia con una amenaza: Anfaco-Cecopesca, gremio de las fábricas de conservas españolas, ha pedido a la Unión Europea (UE, nuestro principal mercado) aumentar a 55.000 t los contingentes arancelarios autónomos (exoneración total o parcial del pago de aranceles de importación) para importar atún desde países como China, que enfrentan aranceles para entrar a la UE. El pedido se basa en que la cuota sería insuficiente. Si bien Cepesca (Confederación Española de Pesca) ha declarado su oposición a este tipo de pedidos, pues abre el mercado a una oferta de menor valor percibido, el precio del atún en la UE dependerá más de Bruselas que el año pasado.
Para el camarón, el 2024 deja ese sabor amargo de haber jugado el partido contra la cancha inclinada ante una demanda mundial estancada. El 2024 empezó con sanciones de China, por presuntas faltas a normas sanitarias, a varias de nuestras más importantes exportadoras. También en el 2024, Estados Unidos (EE. UU.) impuso aranceles sobre supuestos subsidios a las exportaciones ecuatorianas de camarón. Para colmo, en diciembre, Brasil nos cerró el mercado por supuestas “irregularidades sanitarias”, pese a favorables evaluaciones preliminares.
Estas medidas tomadas por los Gobiernos de China y EE. UU. contra el camarón ecuatoriano originaron caídas, medidas hasta octubre, del 10 % y del 19 % en las exportaciones ecuatorianas a ambos países, respectivamente, según la Cámara Nacional de Acuacultura. Por tanto, en 2024, las exportaciones ecuatorianas de camarón habrían llegado a los $ 6.700 millones, un descenso del 8 % respecto a las del 2023. El futuro próximo no se presenta mejor respecto a los principales mercados del camarón ecuatoriano. La demanda china sigue debilitada y el nuevo presidente de EE. UU. ha anunciado convertir los aranceles en un arma de uso cotidiano para proteger el empleo e intereses de esa nación.
Que el Gobierno nacional brinde a ambos sectores apoyo cercano, experto y proactivo. Si bien estos sectores incluyen diversidad de actores en aspectos como tamaño, formalidad, competitividad, etc., es necesario y urgente contar con un plan de gestión internacional público-privado que inhiba regulaciones que afectaren a nuestras exportaciones de pesca y camarón a China, la UE y EE. UU., y que incluya la apertura pronta de nuevos mercados. (O)
Fuente: Diario EL UNIVERSO