
Hapag-Lloyd se ha unido a la tendencia mundial de instalar deflectores de viento en sus portacontenedores, práctica en la que ya destacan navieras como CMA CGM y MSC. Estos dispositivos buscan optimizar la eficiencia operativa de las naves y disminuir significativamente su impacto ambiental.
La compañía alemana comenzó a incorporar estas mejoras en buques Neopanamax de 10.000 y 13.000 TEUs, especialmente durante periodos de dique seco. Además, inició la modernización de unidades de clase C construidas por Samsung, incrementando su capacidad de 9.300 a 11.200 TEUs tras amplios procesos de actualización.
La instalación de deflectores de viento no solo optimiza el consumo de combustible, también reduce emisiones y costos operativos. Para América Latina, esta modernización fortalece el comercio marítimo, mejorando la competitividad de rutas estratégicas, impulsando exportaciones regionales y consolidando una industria más sostenible.
Fuente: Mundo Marítimo
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