
Derivado de la pandemia por COVID-19 algunos sectores como el automotriz detuvieron operaciones y esto propició la disminución de carga en los puertos, aunque otros apuntaron avances dada la demanda de productos, como es el caso de la industria alimenticia.
Miguel Ángel Yáñez, director general de la Administración Portuaria Integral (API) Veracruz, explicó que, con el cierre de plantas de la industria automotriz, el manejo de contenedores por el puerto se redujo y se ubica actualmente en -14%; de igual forma la maniobra de vehículos terminados tanto en importación como en exportación, con un -46.2% en lo que va del año.
Sin embargo, el funcionario añadió que, con la reanudación de la producción de los fabricantes de automóviles, se empiezan a tener los primeros impactos positivos de recuperación en los volúmenes de ambos segmentos; mientras que otros no han padecido afectaciones tan abruptas.
“Son resultados que sí tienen un impacto negativo, sin embargo, dicho impacto ha sido moderado, muy controlado, a pesar de las caídas tan abruptas que han venido dándose en la economía mundial. Al día de hoy tenemos una caída del 9% en movimiento total de mercancías y poco más de 13% en arribo de buques, sin embargo, no todos los sectores de la carga que maneja el puerto han caído”, enfatizó Miguel Ángel Yáñez.
En entrevista televisiva, abundó que las cargas que han tenido comportamientos más favorables son el granel agrícola con un crecimiento de 5% a causa de la demanda alimenticia del país; en tanto que se recupera el grane mineral con un crecimiento marginal de 3%; así como el manejo de fluidos como combustibles o gasolinas con un alza de entre 3 y 5 por ciento.
Veracruz seguro
Luego de la reciente explosión en el puerto de Beirut, Líbano, como resultado de un inadecuado almacenamiento de nitrato de amonio desde 2014, el director general de la API señaló que el puerto es un recinto seguro para el manejo de mercancías peligrosas.
“El tema de Beirut, como sabemos, fue un tema de negligencia acumulada a lo largo de los años en una carga peligrosa que se encontraba en abandono y donde se hizo caso omiso a una serie de avisos que se dieron. Nosotros aquí trabajamos con protocolos de seguridad, de manera que nosotros podemos controlar las mercancías desde el origen, el destino y el tratamiento, toda vez que vienen claramente identificadas en etiquetas o clasificación conforme lo maneja la Organización Marítima Internacional”, aseguró.
En ese sentido, Yáñez Monroy enfatizó en la coordinación de diversos participantes de la comunidad portuaria como terminales, autoridades, agentes aduanales y otros que, en conjunto, se tomen las debidas precauciones para el manejo de cargas peligrosas, esto mediante análisis sobre la composición de la mercancía y tiempos estrictos de tránsito para un desalojo del puerto antes de 3 días.
Incluso, añadió el funcionario, cuando la terminal o la infraestructura del puerto no está en condiciones de recibir algún tipo de carga peligrosa, la API y la Capitanía de Puerto están facultadas para rechazar el ingreso del buque, en beneficio de los integrantes de la comunidad portuaria y la ciudadanía.
Fuente: T21mx