
La Organización Marítima Internacional intensifica su labor en la capacitación de la gente de mar, enfocándose en la transición energética y la reducción de emisiones. El marco internacional establece lineamientos para entrenar tripulaciones en buques que utilicen combustibles alternativos y tecnologías emergentes.
Entre las medidas, se desarrollan directrices específicas para combustibles como metanol, amoníaco, hidrógeno y gas licuado de petróleo, además de buques propulsados por baterías y pilas de combustible. Paralelamente, la OMI amplía su apoyo técnico y regulatorio a los Estados miembros.
Para América Latina, este esfuerzo representa una gran oportunidad de fortalecer competencias marítimas, acceder a conocimientos innovadores y participar en la transición energética global. Con personal mejor preparado, la región podrá potenciar su competitividad y sostenibilidad en el comercio marítimo internacional.
Fuente: Naucher