
La evolución reciente del mercado de los graneleros ha centrado la atención respecto a la relación entre el libro de órdenes y la flota existente, que ha aumentado notablemente desde principios de 2023. Aunque la capacidad total sigue creciendo a un ritmo más moderado que en algunos ciclos anteriores, este aumento de la proporción indica una renovada confianza entre los propietarios, apoyada por una combinación de mejores perspectivas de la demanda, precios competitivos de las nuevas construcciones y consideraciones reglamentarias con visión de futuro, según indica AXSMarine.
Por el lado de la demanda, la producción industrial en Asia se ha mantenido más fuerte de lo que muchos preveían, reforzada por el gasto continuado en infraestructuras en mercados clave y la estabilidad de los flujos de materias primas en rutas de toneladas-milla más largas. Esto ha dado a muchos armadores el impulso necesario para ordenar buques modernos y eficientes en el consumo de combustible cuanto antes, sobre todo teniendo en cuenta que la capacidad de los astilleros se ve cada vez más mermada por la fuerte demanda en otros segmentos del transporte marítimo.
Entretanto, las nuevas normativas medioambientales, como la EEXI y la CII, están impulsando a muchos armadores a adquirir buques de nueva generación -algunos de los cuales exploran el GNL dual o combustibles alternativos como el amoníaco y el metanol- para preparar sus flotas de cara al futuro frente a los cada vez más estrictos objetivos de descarbonización. En la actualidad, el 11% de los graneleros tienen algún tipo de propulsión alternativa.
¿Sobreoferta inminente?
Cabe preguntarse si el aumento del libro de órdenes prefigura la vuelta al exceso de oferta. Históricamente, el aumento de las órdenes ha provocado a veces un exceso de capacidad que ha debilitado los fletes.
Sin embargo, en la actualidad existen factores atenuantes, como el envejecimiento de la flota, que puede enfrentarse a mayores volúmenes de desguace una vez que las nuevas normativas sean más estrictas. Los espacios en los astilleros, aunque disponibles, no son tan abundantes como hace una década, lo que limita la rapidez con la que la nueva capacidad puede llegar al agua.
Sin embargo, sería negligente no destacar los riesgos potenciales: si una desaceleración económica mundial hiciera mella en la demanda de materias primas, o si unas normas medioambientales más estrictas aumentaran los costos de explotación más rápido de lo previsto, el mercado podría enfrentarse a nuevos vientos en contra. La verdadera prueba llegará cuando empiecen a entregarse los nuevos buques. Si el crecimiento de la demanda puede absorber las nuevas naves, el mercado de graneles podría disfrutar de una fase de expansión más equilibrada y sostenible en los próximos años.
Nueva capacidad
De acuerdo con AXSMarine la relación entre el libro de órdenes y la flota del mercado de graneleros ha aumentado en varias clases de tamaño, incluidos Capesize y Panamax, ya que los armadores responden tanto a las perspectivas comerciales a corto plazo como a los objetivos de descarbonización a largo plazo.
Por otro lado, aunque el entusiasmo por el nueva capacidad indica confianza en la futura demanda de fletes y en la capacidad del sector para adaptarse a las normativas medioambientales, también plantea interrogantes sobre la gestión de la capacidad si el crecimiento mundial flaquea o los costos de cumplimiento se disparan. Navegar por estas corrientes cruzadas -equilibrar las ambiciones de nuevas construcciones con las realidades operativas- será clave para mantener un mercado de graneles saludable en los próximos años.
Fuente: Mundo Marítimo.