El cáñamo, un posible generador de empleo y dinamizador de economía poscoronavirus

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Con la pandemia causada por el COVID-19, que ha dejado la economía devastada, los mercados financieros en el aire, el cierre de fronteras; y con la caída del precio del petróleo de hace algunas semanas, los países a nivel mundial están obligados a reactivar sus economías a como de lugar.

Ecuador no está exento de hacerlo. Es por eso que algunos empresarios, economistas y ganaderos ven en la agricultura una fuente de ingresos para el país y; además de eso, puede potenciar la generación de empleo, que es por lo que tanto ‘sueñan’ las familias ecuatorianas.

Según el abogado José Antonio Dávalos, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Cáñamo Medicinal e Industrial (EcuaCáñamo), el cáñamo (familia de la planta Cannabis) y todo el espectro que representa su industria dinamizaría la economía del país y fomentaría varias plazas de trabajo.

“Ecuador debe tener su mirada en lo agro. La industria del cáñamo es factible para que el país habrá un abanico de oportunidades: generación de empleo, pago de impuestos fiscales, cero impacto ambiental, entre otros. Ya no debemos ser 100 % dependientes del petróleo porque hay mercados vírgenes que pueden sanar la economía del país”, comenta Dávalos.

Entonces cuando hay incentivos y gran apertura del país a la agroindustria, dice Borja, van a generar trabajo de la siguiente forma: “Se necesitará gente que trabaje la tierra. Personal al cuidado de la fertilización de la planta. Además, para sembrar la semilla se requerirá de una finca”.

Sin embargo, dice la agrónoma que el cáñamo podría ponerle ‘sazón’ al movimiento económico del país, ya que para la industrialización de esta planta se va a requerir de gente de oficina y campo, insumos agrícolas, transporte, mano de obra, servicios de empaquetados, entre otros.

“Todo lo que tenga que ver con el agro dinamizará la economía, siempre y cuando el Gobierno Nacional apoye con medidas y leyes pertinentes que favorezcan a este sector”, menciona Borja.

Países como Estados Unidos, México y Canadá se encuentran haciendo estudios sobre esta planta y cada vez se acercan a que podría mover el mercado mundial y convertiste en uno de los principales productos que reemplace al crudo.

“Es así que hay estudios donde indican que Estados unidos ya ha generado, en la industria del Cannabis, más de 240 mil puestos de trabajo, y se calcula que más de 80 mil de esos puestos son dedicados al cáñamo”, dice el experto, agregando que en Ecuador también se puede hacer lo mismo.

El cáñamo no es otra cosa que una planta de la familia del Cannabis cuya diferencia está en sus compuestos, ya que la marihuana tiene un alto contendido de THC (uno de los cannabinoides más importantes de la marihuana y es responsable de los efectos psicoactivos).

En cambio, el cáñamo contiene el CBD (compuesto cannabinoide no psicotrópico) el cual no altera los sentidos y es el producto más prometedor de los últimos años debido a su diverso potencial medicinal y terapéutico, entre los cuales se tienen efectos antioxidantes, antpsicóticos, ansiolíticos y antitumorales.

Es por eso, que este cultivo no solo tiene el potencial medicinal por el CBD sino también industrial ya que el cáñamo, básicamente, se ha usado por su fibra y por su biomasa, para hacer, por ejemplo, ropa, calzado, sogas y hasta velas de barco.

“Lo que el movimiento mundial busca a través del cáñamo es que vuelva a tomar ese protagonismo, porque dada las condiciones actuales todos los estados tratan de volcarse a la economía circular. Bajo ese ritmo, hay que cambiar el paradigma actual (materia prima, transformación y producción y al final un desecho) donde todo se bota, generando un gasto sin sentido”, precisa Dávalos.

Además, el entendido indica que del grano del cáñamo se puede utilizar para hacer proteína vegetal de muy alto grado. También el tallo y las hojas pueden servir para biomasa para hacer biocombustibles, telas, reemplazos de plástico y para hacer papel.

Con la nueva reforma al Código Orgánico Integral Penal (COIP) que se publicó el 24 de diciembre de 2019 y que entra en vigencia en junio de este año se establece que el cáñamo deja de pertenecer a la lista desustancias catalogadas sujetas a fiscalización y se le otorga al Ministerio de Agricultura la competencia para poder regular su siembra, cultivo, cosecha y comercialización para fines medicinales.

“Una vez que esta ley entre en vigencia, el Ministerio de Agricultura va a tener 120 días para regular la autorizaciones, técnicas y todo el marco alrededor del cáñamo”, apunta el abogado.

Es por eso que el directorio de EcuaCáñamo está trabajando para que estas normas sean las más beneficiosas para la industria.

“Lo que pedimos es que no haya sobreregulación, exceso de burocracia y que el Estado prevea lo más mínimo que pueda perjudicar a la industria”, detalla.

Esto —según Dávalos— hará atractiva la inversión extranjera. “Cuando no hay leyes claras o medidas que benefician a un sector frenan el interés de los inversionistas que desean ingresar al país”, dice.

“No decimos que el estado no debe ‘meter la narices’, es más lo puede hacer como en cualquier otra materia, lo que buscamos es que la regulación sea la mas beneficiosa para el país y generar empleo”, finaliza.

 

Fuente: Diario Expreso

Guardado en:  COMERCIO EXTERIOR | Economía
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