La primera exportación de tomate de árbol de uno de los caseríos de Pelileo causa expectativas en los agricultores del cantón. La mayor zona productora del fruto exótico de la provincia de Tungurahua envió 250 kilos a Estados Unidos, el pasado miércoles.
Los productores muestran un fuerte interés por conocer los requisitos para obtener el certificado Fitosanitario de Exportación, que solicita el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Aphis).
Incluso el Municipio de Pelileo realizará una charla sobre el tema el próximo jueves. A la cosecha del tomate de exportación al mercado estadounidense acudieron ocho productores de la comunidad Bautista Loma del caserío Chiquicha, en Pelileo.
Los agricultores seguían de cerca cómo sus vecinos recogían la fruta con el asesoramiento de técnicos de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad) y la empresa Ecuador Divine.
El primer consejo de los funcionarios fue que se olvidaran de recoger el fruto de la forma tradicional. Es decir, que arranquen el tomate de árbol sin guantes, lo ubiquen en costales que están en el suelo y si uno de los frutos cae en el terreno lo recojan y lo vuelvan a ubicar en el costal.
“La fruta no debe maltratarse. Hay estándares como que el tomate de árbol tenga un color uniforme, nada de rasguño, lastimaduras y que sea siempre ovalado”, aseguró el productor, Sergio Arcos. El dato lo consiguió de otros tres exportadores que estaban interesados en la fruta pero no llegaron a acuerdos por el precio.
Sergio con la ayuda de sus hermanas Nidia y Nancy improvisaron. Una vieja carretilla fue forrada con varios costales y llevada a uno de los dos terrenos de 2 000 metros cuadrados que cuenta con la certificación “libre de mosca de la fruta”.
El documento fue entregado a tres productores de Chiquicha y dos de Benítez en noviembre del 2018. En la carreta se ubicó una gaveta con una malla blanca para evitar que los insectos se posaran. “El producto de mejor calidad y calibre se exportó. Me rehusaba a ser parte del proyecto de mosca de la fruta pero ahora seré parte del programa del Estado”, dijo el campesino, Byron Moreta.
En la casa de los hermanos Arcos, la fruta que no se exportó fue ubicada en cartones de 10 kilogramos (cada una). Los paquetes se ofertaron en los mercados del cantón y en Ambato. Cada cartón se vendió entre USD 6 y USD 8,50 dependiendo de la calidad de la fruta.
“El valor del kilogramo en el mercado nacional varía por la alta producción que hay en Tungurahua. Para Estados Unidos nos pagaron a USD 1,50 que es un precio justo y recuperamos parte de la inversión”, indicó Arcos.
El 90% de los pobladores de Chiquicha tienen sembríos de tomate de árbol y alternan con plantaciones de aguacate, mandarina, limón y hortalizas como la acelga, espinaca y el culantro. Algunas de estas plantas son utilizadas para elaborar abonos orgánicos y colocar en los sembríos del tomate .
Susana Freire y sus dos hijos viven a tres cuadras del centro del valle de Chiquicha. La casa de la campesina, de 40 años, está rodeada por las plantas y un espacio destinado a otros sembríos. Ella es la encargada de “curar” con los fertilizantes caseros las plantas esparcidas en 2500 metros cuadrados.
“La producción es más limpia. Vamos a solicitar la ubicación de trampas de Agrocalidad para ser parte del proyecto de exportación después de que nos enteramos del envío”, cuenta Freire. El tomate se cosecha en los valles y montañas de las parroquias García Moreno, Chiquicha, La Matriz, Huambaló y El Rosario, en Pelileo.
Estas zonas son monitoreadas por Agrocalidad y se encuentran próximas a ser declaradas como zonas libres de la mosca de la fruta. “La tierra negra es bondadosa, el clima es bueno y tenemos suficiente agua para producir nuestros tomates”, dijo la productora Piedad Ganag. La campesina, de 43 años, vive en el sector de Benítez, al sur de Pelileo.
Los pequeños tomates están aún verdes y en las próximas semanas madurarán a un tono rojizo con una pulpa morada. En los 7 500 metros cuadrados se ubicaron dos trampas de la mosca de la fruta. “Llevamos más de un año con el monitoreo. Esperemos nos den el certificado para poder exportar”, agregó Ganag. La fruta también se cosecha en Píllaro, Ambato, Quero, Mocha, Tisaleo y Patate.
La noticia de la exportación llegó a la comunidad Leito, a 2 800 metros sobre el nivel del mar. Jenny Aguas sembró en dos hectáreas 550 plantas de tomate de árbol. La primera producción saldrá en las próximas semanas y su propiedad ya se encuentra monitoreada por Agrocalidad.
“Tengo que esperar 11 meses para saber si hay o no el insecto en la zona. En teoría no hay pero quieren estar seguros”. El departamento de comunicación de Agrocalidad informó que Cotopaxi y Tungurahua son las únicas provincias que exportaron el producto. “Por el momento no hay productores que puedan hacer el envío”, informaron.
