Globalización muestra mayor resiliencia de la esperada al inicio de la crisis de COVID-19

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Según el informe del Índice de Conectividad Global de DHL 2021 el golpe de Covid-19 a la globalización ha sido relativamente modesto. Los flujos digitales aumentaron al principio de la pandemia para mantener al mundo conectado a distancia, el comercio de bienes ya había vuelto a los niveles anteriores a la pandemia antes de fines de 2020, y la inversión extranjera directa empezó a recuperarse en el primer semestre de 2021. Los viajes internacionales sufrieron el peor golpe, pero hubo incluso atisbos de una posible recuperación de los viajes a mediados de 2021.

De acuerdo con el análisis, la resiliencia de los flujos mundiales es una buena noticia, ya que una mayor conexión mundial puede contribuir a impulsar el crecimiento económico y a frenar la inflación. Esta resiliencia también implica que la globalización podría desempeñar un papel más seguro y próspero. Pero el informe indica que, para maximizar sus beneficios, es necesario abordar las vulnerabilidades de larga data que se hicieron aún más evidentes durante la pandemia.

El análisis de DHL, en este sentido, destaca cuatro áreas prioritarias: Fortalecer las cadenas de suministro globales y regionales, reforzar los acuerdos comerciales y las instituciones internacionales, evitar que los países más pobres del mundo se queden atrás, y asegurar el futuro de la globalización digital.

Fortalecer las cadenas de suministro

El comercio ha contribuido en gran medida, y a menudo de forma infravalorada, a la recuperación del mundo tras COVID-19. La escasez de la pandemia habría sido mucho peor sin el acceso a los bienes del extranjero. El informe DHL plantea que para demostrar lo anterior solo se debe pensar en las muertes evitadas gracias al comercio de equipos de protección personal (EPP)

Al mismo tiempo, la pandemia de Covid-19 también ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades de la cadena de suministro que deben abordarse en el futuro. De hecho, en octubre de 2021, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó su previsión de crecimiento económico mundial debido, en parte, a las interrupciones de las cadenas de suministro mundiales provocadas por la pandemia.

De acuerdo con el informe, para fortalecer las cadenas de suministro mundiales y regionales, los responsables de la toma de decisiones deben centrarse en tres enfoques principales: 1) La inversión pública y privada puede dirigirse a aliviar los cuellos de botella que han restringido la capacidad de las cadenas de suministro para ampliarlas en respuesta a la creciente demanda. 2) La pandemia también ha reforzado los argumentos que desde hace tiempo abogan por la diversificación de las cadenas de suministro para evitar la dependencia excesiva de una sola fuente de insumos esenciales y 3) La visibilidad. El mapeo minucioso de las cadenas de suministro puede contribuir en gran medida a una mejor comprensión y mitigación de las vulnerabilidades.

Reforzar los acuerdos comerciales y las instituciones

De acuerdo el informe, el fuerte repunte del comercio internacional y de otros flujos durante la pandemia se ha logrado a pesar de las tendencias políticas desfavorables en varias áreas como las múltiples medidas que apuntan a un aumento del proteccionismo y los riesgos asociados a éste se ven exacerbados por el actual estancamiento del mecanismo de resolución de disputas de la OMC. Las contribuciones cruciales que el comercio ha hecho a la lucha contra el COVID-19 ponen de relieve la importancia de revertir estas tendencias. Además, un análisis reciente muestra que los acuerdos comerciales han contribuido a aumentar la resiliencia durante la pandemia.

Cuando el comercio disminuyó en 2020, la caída fue un 40% menor si los países estaban vinculados por un acuerdo comercial profundo (definido como una unión aduanera o un acuerdo de libre comercio que incluye un acuerdo de integración económica), expone el análisis.

Según el informe, los acuerdos e instituciones internacionales desempeñan un papel fundamental a la hora de proporcionar la estabilidad necesaria para el tipo de inversiones a largo plazo que más pueden contribuir a impulsar el crecimiento de la productividad y la prosperidad.

Evitar que los países más pobres queden atrás

Incluso cuando el comercio mundial estaba estableciendo récords a principios de 2021, los países con las rentas per cápita más bajas seguían comerciando menos que en 2019.

De forma similar, durante el primer semestre de 2021, los flujos de IED hacia los países de renta baja cayeron, mientras que crecieron con fuerza en los países de renta media y alta. Una de las razones es el acceso limitado, hasta ahora, a las vacunas de Covid-19. Sólo el 2% de las personas en los países de bajos ingresos habían recibido al menos una dosis de la vacuna en septiembre de 2021.

Estas disparidades, de acuerdo con el informe, agravan las brechas de larga data en los niveles de conectividad de los países. El Índice de Conectividad Global de DHL ha informado sistemáticamente que las economías avanzadas están más conectadas que las economías emergentes y en desarrollo, y que los países menos desarrollados son los más rezagados en cuanto a los flujos internacionales de información y personas (y menos en el comercio y los flujos de capital).

Una recomendación política interesante para impulsar las conexiones globales de los países más pobres del mundo es la iniciativa de las Cadenas de Valor Globales para los Países Menos Adelantados (CVM para los PMA), propuesta en el período previo a la 12ª Reunión Ministerial de la OMC.

Asegurar el futuro de la globalización digital

Según muestra el informe, los flujos digitales han sido cruciales para mantener al mundo conectado durante la pandemia de Covid-19. Cuando el contacto en persona se detuvo, el mundo recurrió rápidamente a las plataformas digitales para los negocios, la educación y las interacciones personales.

Pero, aunque los flujos de datos internacionales se dispararon en 2020, esta aceleración fue efímera. Además, en los últimos años se ha producido una desaceleración en la globalización de los flujos de datos, las llamadas de voz, la colaboración en la investigación científica y los pagos por el uso de la propiedad intelectual.

Los flujos digitales siguen expandiéndose tanto dentro de los países como entre ellos, pero ya no está claro que las conexiones digitales se estén globalizando. En algunos ámbitos, probablemente se están volviendo menos globales.

Por otro lado, la actividad delictiva online  se disparó con el auge de los flujos digitales. Las denuncias por delitos en Internet presentadas ante la Oficina Federal de Investigación (FBI) de EE.UU. aumentaron un 69% en 2020.

Según un análisis, el costo mundial de la ciberdelincuencia alcanzó casi US$1.000 millones, un 50% más desde 2018. La ciberdelincuencia, la preocupación por la privacidad y las tensiones geopolíticas contribuyen a la urgencia de asegurar los flujos digitales.

Para maximizar los beneficios de la globalización digital al tiempo que se abordan las preocupaciones legítimas, será crucial facilitar flujos de datos seguros y eficientes entre países y regiones con diferentes regulaciones., destaca el informe de DHL.

 

Fuente: MUNDO MARÍTIMO

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