Desglobalización: ¿Una ruta hacia cadenas de suministro más verdes y resilientes?

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Un análisis profundo sobre cómo el retroceso de la globalización podría contribuir a la descarbonización de las cadenas de suministro globales, contribuyendo a un futuro más sostenible es el foco del  capítulo titulado «Desglobalización: Cómo podría ayudar a descarbonizar la cadena de suministro global», parte  del informe anual de McKinsey & Company, «Logistics in Transition», que llevó a cabo el destacado experto en logística, transporte y descarbonización, Alan McKinnon.

«La desglobalización puede ofrecer una oportunidad única para reconfigurar las cadenas de suministro de manera que sean más sostenibles«, señala McKinnon, destacando la necesidad de adaptarse a un entorno global en constante cambio.

Impactos de la globalización en las emisiones de carbono

De acuerdo con el informe la globalización ha sido un motor clave del crecimiento económico mundial, pero también ha contribuido significativamente al aumento de las emisiones de carbono. «Esto es producto de la necesidad de transportar bienes a través de grandes distancias, lo que implica un uso intensivo de combustibles fósiles«, escribe McKinnon. Además, la producción en masa y el consumo globalizado han aumentado la huella de carbono, exacerbando los desafíos ambientales.

En ese sentido, el informe plantea que uno de los beneficios más destacados de la globalización es la reducción de las distancias de transporte, lo que podría disminuir significativamente las emisiones de carbono. Al fomentar la producción local y regional, se minimiza la dependencia de largos trayectos de transporte que consumen grandes cantidades de energía fósil. Asimismo, las cadenas de suministro más cortas y menos complejas son inherentemente más resilientes a las interrupciones, lo que se ha vuelto crucial en el contexto de eventos disruptivos como la pandemia de Covid-19.

Desafíos que plantea la desglobalización

Sin embargo, la reconfiguración de las cadenas de suministro puede tener implicaciones económicas significativas, incluyendo el aumento de los costos de producción y cambios en la competitividad global. Además, mover la producción a nivel local o regional requiere inversiones considerables en infraestructura y tecnología. McKinnon advierte que «la reubicación de la producción a nivel local o regional requiere inversiones en infraestructura y tecnología», subrayando la necesidad de una planificación cuidadosa y políticas de apoyo.

Reducir la dependencia entre países

El autor indica que la tensión comercial entre Estados Unidos y China es un caso evidente, donde ambos países buscan reducir su dependencia mutua. Por otra parte, la Unión Europea está adoptando políticas para promover la producción local y reducir las emisiones, alineándose con su agenda de sostenibilidad. Estas iniciativas ilustran cómo diferentes regiones están respondiendo a los retos de la globalización y la sostenibilidad de maneras únicas y contextualmente relevantes, según el informe.

McKinnon concluye que “si bien la desglobalización presenta tanto oportunidades como desafíos, su potencial para contribuir a la descarbonización de las cadenas de suministro es significativo«, pero se requiere una planificación cuidadosa y la implementación de políticas adecuadas para maximizar los beneficios y mitigar los riesgos económicos. 

Fuente: Mundo Marítimo

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