“Considero que podemos sacar más provecho al acuerdo, hay que seguir trabajando en la promoción de las exportaciones, existen muchos mercados como el polaco, húngaro, croata, donde podemos incursionar, y son 27 países de destino en los que tenemos que seguir potenciando nuestra oferta”. Indica que se necesita trabajar en logística, dado que los puertos principales están en España, Alemania, Holanda, por eso se entra primero a esos mercados. Sobre las importaciones desde el bloque, Ribadeneira manifiesta que se importan maquinarias, materias primas, que “han permitido generar esta nueva oferta, insisto no solo al mercado europeo, sino a otros mercados, por lo cual el resultado ha sido totalmente favorable”.
El acuerdo con la Unión Europea tuvo un impacto positivo en el empleo en varios sectores sobre todo en el agroindustrial.
Según el Presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores, se han generado plazas de trabajo “hemos creado más de 22.000 plazas de empleo, y no hemos tenido ni quiebra, ni cierre de empresas, en este tiempo todo ha sido positivo para el país”.
Y sobre inversiones, Ribadeneira expresa que el acuerdo comercial no tiene un capítulo que haga referencia a ellas, y a nivel más macro, la previsibilidad que puedan tener los inversionistas se ve mermada porque después de la denuncia de los TBI no se permite que puedan existir condiciones estables y definidas para invertir en Ecuador. Hace un llamado a “mejorar la regulación interna para captar inversión como condiciones laborales, tributarias, financieras que son evaluadas por los inversionistas al momento de llegar al país, mientras se va consolidando la agenda comercial y el inversionista sepa que tiene también la oportunidad de abrir nuevos mercados con su inversión”.
Francisco Rivadeneira, Representante de la Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones del Ecuador (Corpei) en Quito y Región Sierra considera que el acuerdo ha sido positivo, en bienes, y que existen productos sensibles que no crecieron como se esperaba, por ejemplo, los autos; una parte sustancial la concentra China, y los autos europeos son para un segmento de mayor poder adquisitivo. Según Rivadeneira, “casi todos los sectores sensibles en la negociación crecen sin dificultades, no fueron desplazados por las importaciones de derivados de los lácteos, quesos, licores, etc”. Sobre las licencias de importación, considera que Ecuador busca tener procesos transparentes y eficientes, para autorizar los productos que pueden ser sensibles.
Rivadeneira refiere que existen cuestiones que podrían dificultar el ingreso al mercado europeo, por ejemplo, la estrategia de la granja a la mesa. Y menciona que Europa tiene la obligación de dar tiempo suficiente al país, y la cooperación técnica para ajustarse a nuevos requisitos, que en la práctica no impidan las exportaciones. “Ideal sería financiamiento para la adaptación de pequeñas y medianas empresas. Somos de los países mejor acoplados a los requisitos de la UE para acceder al mercado. Hay países asiáticos que no cumplen algunas normas y Europa facilita el acceso a su mercado, a productos como el atún y además, tienen problemas de trabajo infantil, incumplimientos laborales, ambientales, mientras Ecuador cumple con las normativas, hemos invertido mucho en eso” puntualiza Rivadeneira.
El ex ministro de Comercio Exterior, quien lideró el proceso de negociación del acuerdo explica que si bien la mayoría de personas cree que el acuerdo con la UE es una adhesión al de Perú y Colombia, “en los detalles están las diferencias, Ecuador negoció contingentes permanentes en el tiempo, en Colombia las cuotas tienen un tiempo de validez y después tienen que abrir el mercado. Se negoció mejor desde la perspectiva de los intereses del Ecuador”.
A criterio del representante de Corpei, los servicios no crecieron como las exportaciones y la tendencia puede cambiar, de la mano de la inversión extranjera. Dependerá de economías de escala, marco jurídico, y un ejemplo son los servicios financieros, “no es que al Gobierno no le interesa que vengan bancos españoles, por ejemplo, sino que no ven un mercado seguro, o tal vez lo ven como muy pequeño, para la banca de consumo”.
Fuente: EKOS Y NEGOCIOS
