Algunas líneas navieras podrían colapsar si la caída del comercio mundial, derivada de las cuarentenas aplicadas a causa de la pandemia de coronavirus (Covid-19), se extiende hasta el final del año o más allá, aseguró el CEO de Hapag Lloyd, Rolf Habben Jansen, en entrevista con Wall Street Journal. «La forma de la recuperación es muy incierta», dijo y detalló que «estamos reduciendo los costos tanto como podemos para contrarrestar el volumen faltante y tener suficiente liquidez».
Las líneas navieras que manejan la mayor parte del comercio internacional de bienes al por menor y manufacturadas han cancelado hasta una cuarta parte de sus itinerarios desde finales de febrero, en medio de extensas cuarentenas y el colapso de la demanda en los Estados Unidos y Europa.
«En las últimas cuatro semanas, los volúmenes están bajo mucha presión», indicó Jansen. «Esto continuará durante las próximas semanas, y esperamos que a partir del tercer trimestre haya una lenta pero constante recuperación. Pero es muy difícil predecir en este momento si vendrá en julio o en septiembre», agregó.
Las 10 principales líneas navieras, que en conjunto manejan más de tres cuartos del comercio mundial de contenedores, están enfrentando grandes pérdidas debido a la caída del negocio, manifestó Jansen. «Estamos ante un difícil segundo y tercer trimestre. Si la recuperación comienza en el tercer trimestre, las 10 principales líneas navieras se mantendrán en pie al final del año. Si va a tomar más tiempo, entonces puede ser más difícil para algunas sobrevivir», estimó.
Hapag-Lloyd, la quinta naviera portacontenedores más grande del mundo por capacidad, según Alphaliner, ha cancelado alrededor del 15% de sus zarpes programadas en las principales rutas marítimas, incluyendo las operaciones Asia-Europa y del Transpacífico.
Las cancelaciones se suman a la turbulencia en las cadenas de suministro. Los contenedores llenos de productos se han amontonan en algunos puertos y la entrega de muchos envíos se ha ralentizado a medida que los transportistas han reducido las operaciones para reducir los costos. Los exportadores de algunos países occidentales están informando de la escasez de contenedores, ya que el comercio entrante se ha estancado, dejándolos sin TEUs disponibles para volver a embalar y enviar.
«Cuando restas capacidad, restas servicios completos. Si eres un cliente, se crean dificultades», dijo Jansen, quien agregó que las líneas navieras han tenido que hacer frente a cuarentenas y repentinas de países que dejaron la carga de importación apostada en los buques durante períodos prolongados y las cargas de exportación detenidas en los almacenes y terminales.
«De repente, la India cerró. Los flujos de carga, en particular las exportaciones, se paralizaron. De una semana a otra, su volumen se reduce a más de la mitad y se produce un impacto significativo», ejemplificó el CEO de Hapag-Lloyd.
Añadió que alrededor del 20% de los contenedores reservados no se presentan en las terminales de carga, lo que dificulta la planificación de las navieras, y la proporción de los que no se presentan podría crecer hasta un 35% o 40% en los próximos meses. Espera que las empresas empiecen a almacenar más bienes para amortiguar la incertidumbre de las cadenas de suministro.
«A partir de ahora los importadores sumarán un poco más de inventario», dijo Jansen. «En este momento, la mayoría es carga just in time y cualquier interrupción causaría serios problemas».
Describo además que algunas navieras tratan de preservar el dinero en efectivo cumpliendo itinerarios más largos por África [Cabo de Buena Esperanza] en lugar de cruzar el Canal de Suez, lo que permite ahorrar en los costos de peaje del canal, que pueden llegar a ser de unos US$500.000 por un solo buque grande. Con la caída de los precios del combustible a causa de la caída de los precios del petróleo, el costo de la navegación más larga tiene mayor sentido, explicó Jansen. De hecho, la Autoridad del Canal de Suez ha introducido descuentos que van del 6% al 75%, dependiendo de la ruta, para atraer a los clientes.
Hapag-Lloyd tiene miles de empleados en tierra trabajando desde sus casas y ha congelado los salarios de la gerencia y devuelto los buques arrendados a sus propiearios y por ahora no se consideran despidos.
Sin embargo, la línea naviera está retrasando una orden de seis portacontenedores de gran tamaño con capacidad para más de 20.000 TEUs cada uno, para añadirlos a los seis que ya opera. Cabe señalar que los grandes buques son mayores perdedores con la caída de volúmenes de demanda, ya que muchos navegan a medio llenar, renunciando a los beneficios que los operadores obtienen a cauda de las economías de escala que generan.
Fuente: Mundo Marítimo
