La llegada de megabuques a Guayaquil acelera tecnificación en remolcadores

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Por: Mgs. Karla López C.
klopez@camae.org

La antesala de la llegada de “Taura” el remolcador más moderno y único en Ecuador, fue definida por los cambios a la matriz de seguridad de atraque en los muelles de Contecon (concesionaria del Puerto Libertador Simón Bolívar) y  Terminal Portuario de Guayaquil, que además invertirá USD 10,75 millones para extender su muelle en 180 metros, con lo que alcanzará a un total de 720 metros (660 metros de muelle más 60 metros mediante un dolphin de atraque).

Este panorama de implementación de tecnología y repotenciación de infraestructura  en el sector portuario de la ciudad, atrae a las grandes ligas en el mercado naviero. La obra clave del año: el dragado de profundización del canal de acceso a las terminales portuarias marítimas y fluviales, públicas y privadas de Guayaquil.  Desde mayo del año en curso, cuatro buques cuya eslora supera los 330 metros, han arribado a los puertos de Guayaquil. Estos barcos pertenecen a la naviera francesa CMACGM.

“Esperamos que esto sea una tendencia que se replique con otras líneas navieras, a mayor eslora, mayor metraje, más carga, más competitividad en el comercio exterior ecuatoriano”, indicó Damián Velasco, gerente de Autoridad Portuaria de Guayaquil.

Velasco dio estas declaraciones durante el evento que organizó Ecuaestibas –pertenece al grupo chileno SAAM- para presentar sus dos nuevos remolcadores. Uno de ellos, es de propulsión azimutal, que le permite girar 360 grados alrededor de su eje vertical. Este equipo que es el primero en operar en el país, tiene 26 metros (m) de eslora, 9,8 de manga, 12 nudos de velocidad y 62 toneladas de rendimiento. El segundo se llama Bravo, este remolcador convencional, posee 30 metros de eslora, 8 m de manga, 12 nudos de velocidad y 60 toneladas de rendimiento.

Ecuestibas que tiene un 60% de la cuota de mercado en el servicio de atraque y desatraque de los buques, salvatajes y asistencia en operaciones off shore en el país,  realizó una inversión de  USD 6,5 millones en la adquisición de estos equipos que se suman a la flota de siete remolcadores con los que sirve a los puertos ecuatorianos.

El equipo de sistema azimutal es del 2011, antes operó en Honduras y Chile,  su costo es de USD 4 millones. El valor de uno nuevo ascendería a los USD 7 millones.  El precio de un convencional oscila entre USD 500 mil millones y USD 2,5 millones.

“El único lugar donde operan remolcadores convencionales es Ecuador, en todos los demás puertos del mundo, operan azimutales. La mayoría de la flota de máquinas de este tipo en Chile Perú y Colombia, es de propulsión azimutal, que  permite una mayor maniobrabilidad y potencia para empujar buques de carga de mayores dimensiones”, aclaró Juan Alfredo Illingworth, gerente general de Ecuaestibas.

El promedio de reacción de un  convencional está entre dos a tres minutos, el azimutal lo hace en apenas 20 segundos.

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“El azimutal puede ir de lado como cangrejo o puede ir de retro rápido, puede amarrarse en los extremos de los barcos. El  capitán está mirando a la nave que atiende nunca se voltea, si necesita halarla o empujarla, lo hace de proa, esto no hace el convencional” agregó Illingworth.

Actualización de la Carta Náutica

El Instituto Oceanográfico de la Armada del Ecuador (INOCAR) envío la actualización de la carta de navegación a la Admiralty Chart de Inglaterra (Cartas Marítimas Oficiales Inglesas), para informar a los capitanes de barcos mercantes del mundo respecto a las nuevas profundidades en la zona de ingreso al canal de acceso.

Según el capitán práctico Enrique Gallardo, titular de la empresa CISENI, quien participó en la dirección de los últimos dos megabuques que ingresaron a Guayaquil;  se prevé en septiembre llegar a los 11,54 metros de profundidad con la más baja marea en la barra interna del canal marítimo. En la zona de Los Goles la profundidad está a 11,85 metros y con beneficio de marea se alcanza los 13 metros.

“Contecon  debe preparar su área de atraque a 13 metros de profundidad mínima, sino hace este cambio afrontaría este limitante, TPG tiene una profundidad  mayor a 12 metros de profundidad en su área de atraque”, señaló Gallardo.

Gallardo puntualizó que al culminar las tareas de dragado, el Comité de Seguridad debe reunirse  para elaborar los nuevos parámetros de navegación  tanto de salida como de entrada, ya que la barra interna desde la boya 36 a 62 es una vía unidireccional.

“Hay que establecer el área donde los barcos van a ingresar o salir a través del canal marítimo”, puntualizó Gallardo.

Las navieras deberán pagar la tarifa de US$ 0,62 por tonelada de registro bruto del buque, tras finalizar las labores de profundización del canal, de acuerdo al contrato de delegación a la empresa belga Jan De Nul.

Bananapuerto con grúas y algo más

Naportec que administra Bananapuerto (Dole) gestiona la actualización de su matriz de seguridad para recibir en sus muelles buques de mayores dimensiones, así lo confirmó Iliana González, directora de la Asociación de Terminales Portuarios Privados (Asotep).

Hace pocos días arribó a esta terminal dos grúas pórtico para agilizar las operaciones de carga y descarga de contenedores.

 

 

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